martes, 25 de febrero de 2020

ORACIÓN DE LA MAÑANA: 26 DE FEBRERO-SECUNDARIA

HOY, CUARESMA
Cómo pasa el tiempo, ¿verdad?, ya estamos de nuevo en Cuaresma.
Este año, además, se adelanta su fecha más de lo habitual.
Hoy iniciamos un nuevo tiempo litúrgico que se prolongará por cuarenta días, y lo inauguraremos con la antigua tradición de la imposición de la ceniza.
Entonces nos dirán algo así como “conviértete y cree en el evangelio”. La lengua griega, en la que está escrito todo el Nuevo Testamento, utiliza la palabra “metanoia”, que significa transformación del corazón, para invitar a los seguidores de Jesús a cambiar sus vidas.
Pero, realmente, ¿tenemos algo que cambiar?, ¿necesitamos introducir cambios en nuestra forma de vida? Estás preguntas deberemos de preguntárnoslas a nosotros mismos. Casi siempre tenemos claro lo que nuestro hermano, nuestro amigo o nuestro compañero de pupitre, debería cambiar. Para opinar sobre aquello que los demás deben o no hacer somos unos expertos.
Sin embargo, la cosa se complica cuando la pregunta nos llega a nosotros con efecto boomerang, es decir, cuando nos preguntamos con sinceridad qué es aquello que nosotros tenemos que cambiar. Tenemos cuarenta días por delante cuyo único objeto es el de prepararnos para acoger el gran acontecimiento que supone la muerte y la resurrección del Señor Jesús.
Cuarenta días para reflexionar sobre nosotros mismos; para preguntarnos si vamos por buen camino; para comprometernos con aquello que soñamos en lo más profundo de nuestro corazón. Si no hacemos esta reflexión, si no nos preguntamos hacia dónde va nuestra vida, entonces otros decidirán por nosotros. No dejes escapar este momento y súbete al carro de los que no se conforman con lo común, con lo típico, con lo que todo el mundo hace.
Qué te aprovechen esto días y que dentro de un mes y diez días hayas crecido de talla, pero de la del corazón. Así lo pediremos hoy todos cuando la ceniza caiga sobre nuestras cabezas. Feliz y provechosa cuaresma.

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