PEDIR PERDÓN
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No creáis
que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido
a abolir, sino a dar plenitud”
El Evangelio de este domingo proclama la presencia de Jesús como plenitud. Y una de las formas de alcanzar la plenitud es el perdón. En las primeras comunidades era muy
importante pedir perdón y perdonar. Acaso el saber perdonar al que nos ofende ¿no es el acto supremo del amor?
Vamos a pensar en algún momento en el que creamos que hemos podido herir a un
compañero o compañera con nuestras palabras. Después, miramos nuestras manos y las
tendemos a los compañeros que tenemos al lado, (nos damos las manos). Con los ojos
cerrados y en silencio pensamos y pedimos perdón por ello.
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